Nueva guía sugiere personalizar tratamiento de la hipertensión
Presentaron la II Norma Venezolana para el Tratamiento de esta patología

Algunas condiciones pueden alterar la medición de la tensión (Gil Montaño)

Antes de utilizar cualquier medicamento contra la hipertensión, el paciente debe ser examinado y analizado concienzudamente. Así lo exige la II Norma Venezolana para el Tratamiento de la Hipertensión Arterial, documento editado recientemente por la Sociedad Venezolana de Hipertensión.

Según la guía terapéutica, editada con el apoyo de Laboratorios Genven y presentado en el VIII Congreso Venezolano de Hipertensión, antes de definir la terapia los médicos deben considerar variables como obesidad, diabetes y antecedentes de problemas coronarios o renales pues son condiciones que pueden alterar los resultados.

"Un paciente que presente alguna de estas condiciones va a requerir condiciones especiales o combinaciones distintas de medicamentos, y eso es lo que incluye la nueva norma", expresó Rafael Hernández Henríquez, presidente de la Sociedad Venezolana de Hipertensión.

A su juicio, "el avance más importante que se ha incluido es el hallazgo de que el paciente diabético debe tener la presión arterial por debajo de 130/80 mm de Hg, preferiblemente de 120 o 110/70 pues, mientras más baja la tenga, estará más protegido contra la insuficiencia renal crónica. El diabético muere por fallas del riñón, por eso hay que cuidarlo más, pero eso no se tomaba en cuenta antes de 2009", expresó.

Trucos de tensiómetro

En la II Norma Venezolana para el Tratamiento de la Hipertensión, se indica, también, la mejor manera de tomar la tensión en el caso de pacientes delicados, como ancianos, de manera de evitar equivocaciones.

En ocasiones, las personas muy mayores presentan arterias periféricas endurecidas, lo que puede arrojar valores de tensión arterial sobreestimados. La nueva guía terapéutica recomienda que a los pacientes ancianos se les mida la presión arterial "en posición supina y erecta y en ambos brazos, debido a la mayor tendencia de estos pacientes de presentar hipotensión arterial, sobre todo después de las comidas". La tensión en los ancianos debe estar entre 140/90 si está sano o entre 130/80 si es diabético o presenta problemas renales.

La nueva norma dedica una sección a la tensión en la mujer. Explican que varios factores hormonales pueden alterar sus valores, como el embarazo y el consumo de anticonceptivos, por lo que en estos casos es fundamental monitorear la tensión. También alerta sobre la aceleración de la hipertensión arterial en la etapa de la menopausia.